Para celebrar el Día del Libro y homenajear a Cervantes, hemos seleccionado una de las obras más importantes de la literatura española, pero impresas fuera de nuestro país, las Novelas Ejemplares.
Es sabido que las obras de Cervantes tuvieron un gran éxito de público en el extranjero, imprimiéndose en varios países muy poco tiempo después de aparecer en España. Los impresores y editores trataban de conseguir los privilegios de impresión lo antes posible, para asegurarse que nadie les hiciera competencia. Y si en un principio eran ediciones en español, dedicadas tanto a la lectura particular como al aprendizaje y enseñanza de nuestra lengua, las traducciones a diferentes lenguas no tardaron publicarse.
De entre todas sus obras vamos a reseñar las ediciones que de las Novelas Ejemplares se hicieron en dos ámbitos en los que la influencia española era más patente: Italia y los Países Bajos.
Las Novelas Ejemplares, impresas por Juan de la Cuesta y editadas por Francisco de Robles en 1613,están formadas por doce relatos cortos, al estilo italiano, de gran riqueza narrativa y con unos diálogos muy bien construidos, con las que Cervantes no sólo buscaba distraer y solazar al lector, sino mostrarnos también las reacciones, sentimientos, pasiones y pecados de la sociedad de su época, con una finalidad claramente didáctica y moralizante, de ahí el título de “ejemplares”.
Cervantes siempre se consideró el primer novelista “moderno”, como él mismo dice en el prólogo de la obra: “Me doy a entender que yo soy el primero que he novelado en lengua castellana; que las muchas novelas que en ella andan impresas, todas son traducidas de lenguas extranjeras, y estas son mías propias, no imitadas ni hurtadas: mi ingenio las engendró y las parió mi pluma, y van creciendo en los brazos de la estampa”.
“Novelas exemplares de…”.
Milán, a costa de Juan Bautista Bidello, 1615.
Primera edición italiana de las Novelas Ejemplares, impresas apenas dos años después de la edición príncipe de Juan de la Cuesta. En 1610 el mismo Bidelli había publicado la primera impresión del Quijote en Italia, y con esta primera edición de las Novelas, el prestigio de Cervantes en ese país se vio confirmado, como lo recalcó el editor en la dedicatoria a su amigo Luigi Trotti, gran aficionado a los libros en español, considerándolo «un autor digno de ser leído por todos y honrado con las mayores glorias». Las novelas que incluye están reseñadas en la portada.
“Il novelliere castigliano di… Nel quale… si narrano auuenimenti curiosi, casi strani, e successi degni d’ammiratione… Tradotto dalla lingua Spagnuola nell’ Italiana del Sig. Guglielmo Alessandro de Nouilieri Clauelli…”
Venecia, Barezzi, 1626.
Rarísima primera e importantísima edición de la traducción integral al italiano de las Novelas Ejemplares de Cervantes. Su traductor, el francés italianizado Guglielmo Alessandro de Novilieri Clavelli (o Guillaume Alexandre de Noviliers Clavel), fue un importante personaje del mundo cultural italiano de la época, mientras que el editor Barezzo Barezzi se había dedicado a la traducción y difusión de las novelas picarescas españolas en Italia, como la Primera y Segunda parte del Guzmán de Alfarache (1606 y 1615), el Lazarillo de Tormes (1622), y La pícara Justina (1624).
“Novelas exemplares de…”
Bruselas, Huberto Antonio, 1625. Segunda edición, con la “Aprobación de Enrique Smeyers, Visitador de Libros”, fechada en Bruselas el 20 de diciembre de 1624.
La primera edición de las Novelas Ejemplares impresa en Bruselas se realizó en 1614 en el taller de los “impresores jurados de la corte” Huberto Antonio y su suegro, Roger Velpius, copiando el texto de la primera edición española de Juan de la Cuesta, aparecida apenas un año antes. Ambos fueron, junto con Cristóbal Plantino (Christoph Plantin), los grandes difusores de la cultura española en los Países Bajos en el siglo XVI.